Si los pioneros de la industrialización
habían financiado sus negocios en buena medida
con capital familiar, las nuevas necesidades impulsaron
la búsqueda de nuevas fuentes de financiación.
Es el caso del ferrocarril, para cuya
implantación y desarrollo se necesitaban grandes
cantidades de recursos que desbordaban las posibilidades
de los particulares adinerados.
Destacaron como formas
o instrumentos de capital:
La
Banca:
los empresarios acudieron a ella en busca de créditos
con los que hacer frente a los crecientes desembolsos
de inversión. |
Sede bancaria |
Durante
la primera industrialización los capitales
estuvieron dispersos en pequeñas empresas
que competían en un mercado libre. Durante la Segunda
Revolución Industrial se tendió
a la concentración de capitales
en pocas manos y a la fusión empresarial.
Las compañías más poderosas absorbieron
a las más débiles y controlaron las distintas
ramas de la producción pretendiendo controlar el
mercado en régimen de monopolio.
Destacaron tres fórmulas de concentración
industrial: